Se exige responsabilidades penales a las personas mayores de catorce años y menores de dieciocho por la comisión de hechos tipificados como delitos en el Código Penal o las diferentes leyes penales especiales.
Esta Ley se aplica para exigir responsabilidades penales a las personas mayores de catorce años y menores de dieciocho por la comisión de hechos tipificados como delitos en el Código Penal o las diferentes leyes penales especiales.
En este sentido, hay que decir que a partir de los catorce años de edad, nuestro ordenamiento jurídico considera que las personas son imputables, sin embargo, por razones político-criminales se considera que no resulta necesario que dichos actos acarreen para los menores las mismas consecuencias que para los adultos.
En este sentido, es el propio Código Penal, el que fija la mayoría de edad penal en los dieciocho años, exigiendo la regulación expresa de la Responsabilidad Penal de los menores de dicha edad en una Ley independiente.
No obstante, en el ámbito de aplicación de la Ley Penal del Menor, se diferencian dos grupos, concretamente, de catorce a dieciséis años, y de diecisiete a dieciocho. Se entiende, que uno y otro grupo presentan diferentes características que requieren, desde un punto de vista científico y jurídico, un tratamiento distinto, constituyendo una agravación específica en el tramo de los mayores de dieciséis años la comisión de delitos que se caractericen por el uso de la violencia, y la intimidación, o que supongan un peligro para las personas.
Igualmente, la citada Ley podría aplicarse a los mayores de dieciocho años y menores de veintiuno, en virtud de lo dispuesto en el Código Penal, recayendo el poder de decisión sobre el Juez, quien deberá atender a las circunstancias personales y al grado de madurez del autor, así como a la naturaleza y gravedad de los hechos.
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